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Ante más de 500 asistentes y en el transcurso del encuentro anual desarrollado en la Asociación de Empleados de Comercio Rosario, nuestra Federación Regional de Asociaciones de Personas Adultas Mayores presentó el Polo de Innovación Social en Longevidad (PIL), inédito en la región, que “obrará como catalizador para el cambio positivo en la sociedad, mejorando la vida de las personas mayores y fomentando la innovación y el emprendimiento”, según lo catalogó la doctora Daniela Valentini, asesora de Frapam.

Por su parte, el ingeniero Gustavo Menna destacó que el encuentro anual “sirve siempre como un espacio donde se comparten vivencias particulares de cada organización, además de realizarse un balance de las tareas comunes del año”.

A su turno, el titular de Frapam, doctor Luis Fernández Risso, hizo suya las palabras de filósofo Arnold Toynbee cuando sentenció que “la supervivencia de cualquier civilización se puede medir por el respeto y el cuidado que le dan a sus personas mayores y a sus niños. Las sociedades que desprecian a sus ancianos y destacan a sus niños, llevan en su seno la semilla de su decadencia y destrucción”.

Nuevos desafíos y nuevas herramientas

La doctora Valentini destacó más adelante que la creación del Polo surgió por la transición demográfica, que se ha convertido en una transición de la longevidad, irrumpiendo como un nuevo fenómeno social y global. Ello implica un desafío en términos de gestión e innovación con nuevas herramientas, que contribuyan a facilitar los cambios devenidos. No se pueden pensar estos fenómenos que han irrumpido para quedarse con las herramientas del siglo pasado”.

Más adelante expresó que “es hora de presentar a la sociedad propuestas que permitan, más allá del análisis de los datos duros, crear soluciones colaborativas que incidan positivamente en la calidad de vida de las personas mayores. Para ello -agregó- nos proponemos trabajar desde un enfoque de derechos y conforme la Convención lnteramericana para la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, para contribuir a la deconstrucción del paradigma edadista dominante, yendo hacia la construcción de un paradigma social que reconozca a las Personas Mayores como sujetos de derecho, protagonistas del cambio social, por tanto participativos en su comunidad”.

Hay que encontrar las soluciones

Explicó luego que “del trabajo de campo, de las voz de los propios protagonistas y de un exhaustivo análisis de los datos duros, ha surgido la necesidad de hacer nuestro aporte para intervenir e influir en la toma de decisiones, en cuestiones que vienen de vieja data, y que no han encontrado solución sino que por el contrario se han ido agudizando.

“La pobreza estructural en los adultos mayores de Argentina es una realidad que hay que abordar ya que, si miramos el informe del ODSA de la UCA presentado el 31 de octubre pasado, surgen datos alarmantes, el déficit en la capacidad socioeconómica, la inseguridad alimentaria (nuestros mayores comen poco o se alimentan con un gran déficit nutricional), mayores añosos que trabajan no ya para mantenerse “activos” sino por propia supervivencia además de una seguridad social no sustentable, requieren atención e intervención urgente, con eso queremos colaborar”, enfatizó finalmente la doctora Valentini.